Las moscas cojoneras
Me fastidia -y no os podéis imaginar en qué modo- que haya personas que entren en este espacio tan solo a husmear con el único propósito de encontrar algo para tener que reprocharme, para rebatirme o para echarme en cara -eso sí bajo el anonimato- tal o cual cosa. En términos vulgares lo que se llaman moscas cojoneras, pero peor aún, porque estos/as ni siquiera revolotean alrededor para que podamos identificarlos/as como perrunas, verdes, comunes o de otra especie.
Mantengo este espacio abierto porque encuentro en él un lugar en el que poder expresarme con absoluta libertad y sin tapujos. Eso significa que no existen preceptos que cumplir, ni leyes preestablecidas, más que las que yo me marco cada día cuando hablo sobre algo personal o sobre cuestiones de actualidad. Esa libertad supone poder opinar desde la más absoluta subjetividad, a veces acertada y otras equivocadamente. Hasta ahora, jamás he pretendido fidelizar a mis lectores/as con algún tipo de estrategia, sino más bien son ellos/as quienes han de elegir lo que más se ajusta a sus necesidades.
Con todo esto lo que quiero transmitir es que soy humano, me equivoco centenares de veces todos los días, pero también tengo -como todas las personas- ideas brillantes. Quizás lo que no sabéis es que suelo ser consciente de mis errores, pues tengo un ángel de la guarda fiel y leal. Eso se aplica también en el campo de mis escritos, opiniones, reflexiones, críticas, etc... que vierto en este y otros espacios como este. Por eso, ruego a quienes mantienen guardia permanente para encontrar en este espacio la excusa para atacar a mi persona dejen de hacerlo, porque al menos en este sitio no cabe la cobardía, y menos los espionajes emocionales.
Por eso, propongo que quienes pretenden buscarme con esas intenciones, nunca me encontrarán. Gracias como siempre a los amigos fieles de corazón y leales en el espíritu.
Mantengo este espacio abierto porque encuentro en él un lugar en el que poder expresarme con absoluta libertad y sin tapujos. Eso significa que no existen preceptos que cumplir, ni leyes preestablecidas, más que las que yo me marco cada día cuando hablo sobre algo personal o sobre cuestiones de actualidad. Esa libertad supone poder opinar desde la más absoluta subjetividad, a veces acertada y otras equivocadamente. Hasta ahora, jamás he pretendido fidelizar a mis lectores/as con algún tipo de estrategia, sino más bien son ellos/as quienes han de elegir lo que más se ajusta a sus necesidades.
Con todo esto lo que quiero transmitir es que soy humano, me equivoco centenares de veces todos los días, pero también tengo -como todas las personas- ideas brillantes. Quizás lo que no sabéis es que suelo ser consciente de mis errores, pues tengo un ángel de la guarda fiel y leal. Eso se aplica también en el campo de mis escritos, opiniones, reflexiones, críticas, etc... que vierto en este y otros espacios como este. Por eso, ruego a quienes mantienen guardia permanente para encontrar en este espacio la excusa para atacar a mi persona dejen de hacerlo, porque al menos en este sitio no cabe la cobardía, y menos los espionajes emocionales.
Por eso, propongo que quienes pretenden buscarme con esas intenciones, nunca me encontrarán. Gracias como siempre a los amigos fieles de corazón y leales en el espíritu.
Comentarios
La envidia,que es "mu mala"Felipe´.
Buen trabajo.
Un abrazo.
Creo que tu blog encajará perfectamente en la comunidad, y el foro estará encantado de recibirte.
Saludos, espero verte por www.cincolinks.com.