Pescueza, un pueblo hospitalario
Ayer tuve la suerte de poder conocer a un pequeño pueblo llamado Pescueza, situado muy cerca de Coria en la comarca del Alagón. Su joven y emprendedor alcalde, José Vicente Granados, fue un excepcional anfitrión para la cita familiar que un grupo de amigos bloggers -asiduos y animadores de la plaza de la cordialidad- celebrábamos en este bello rincón extremeño. Coincidía que se celebraba a su Patrón, San Marcos, y lo que en principio iba a ser un encuentro de amigos se convirtió en una excepcional jornada completa, donde se derrochó mucho cariño, mucha amistad y sobre todo mucho extremeñismo, de ese que tanta falta nos hace y que necesita nuestra región.
Al tratarse de un encuentro familiar no desaproveché la ocasión para llevarme a la mía, al completo, y la verdad es que cuando llegamos de nuevo a la Puebla, después de dos horas y poco de coche, me comentaban, cada uno a su manera, lo interesante, lo agradable y lo sorprendente de la cita. El pequeño echó de menos a algún churumbel más, pero al final eso se suplió con las atenciones de todo el grupo y con un par de cubos de plástico que la cocinera, la madre de José Vicente, le dejó para que le echase de comer a las ovejas.
Fue maravilloso conocer a este pueblo, a su alcalde, a toda su familia, a su compañera (prima hermana de una conocida familia de Guadalupe), a los vecinos y vecinas de este lugar hermoso, con los que también compartimos alegría, compañía y ratos de ocio. Sorprendente fue encontrarme allí a muchos conocidos de Cáceres, Plasencia e incluso a quien ostenta hoy la dirección del parque nacional de Monfragüe, Ángel, que también procede de este lugar.
Se trata de una jornada inolvidable, en la que la vida me regaló la oportunidad de conocer en persona a amigos y amigas con las que había chateado o nos habíamos comunicado vía e-mail, a otras personas que sin conocerlas parecía que lo hacía de toda la vida, y en definitiva a un buen grupo humano, que espero dure eternamente.
La historia de mi vida personal y familiar ya tiene escrita un capítulo en Pescueza (Cáceres) y en los Canchos de Ramiro (Cachorrilla-Cáceres), lugar de comienzo y final del pasaje que os relato, donde los personajes -cuyas hazañas, venturas y desventuras, diálogos y narraciones dejo para la intimidad- tenían nombres y seudónimos, pero donde todos compartían una cosa: el amor a Extremadura, a sus gentes, y el profundo respeto hacia los demás.
Gracias a José Vicente, a Cristina, a su madre (excepcinal cocinera) , a su familia, (especialmente a Lara) , por el ejercicio sincero, intenso y cariñoso de sus tareas de anfitriones, inmejorables y tremendamente cercanas. Os debemos mucho...
Gracias a oistrahk por su sonrisa, sinceridad, por su amor a la música, por su tesón, valentía y coraje. La próxima no hay excusa, habrá buena música en vivo.
Gracias a María del Mar por sus atenciones hacia mi pequeño, por su alegría, por su cariño, por su sencillez. Por cierto, compartimos profesión.
Gracias a Paco y a Gloria, por la inspiración y la oportunidad, además de todo lo que sabéis...
Gracias a Alberto y a Altón por su presencia, por su trabajo fotográfico, por ese libro que será un éxito, por estar junto a nosotros.
Gracias a las rosas bellísimas que alumbraron el día y nos mostraron su cariño.
Gracias Guiomar por la llamada y por tu fuerza.
Gracias a Anselmo, compañero, por tus enseñanzas de política y porque además se te ve que eres buena gente. Algún día estaremos más cerca. Lo presiento.
Gracias Hitos por tu amistad y por tus puntos de vista.
Gracias Fernando, por compartir equipo de fútbol conmigo, por amar como amas a Guadalupe y por elegir a Extremadura para vivir.
Gracias Marga por el esfuerzo y por el reencuentro.
Gracias a Guille, por el tiempo y por lo que todos sabemos.
Gracias a mi Morenita que me quitó de un plumazo el cólico nefrítico del día anterior para que estuviésemos juntos.
Al tratarse de un encuentro familiar no desaproveché la ocasión para llevarme a la mía, al completo, y la verdad es que cuando llegamos de nuevo a la Puebla, después de dos horas y poco de coche, me comentaban, cada uno a su manera, lo interesante, lo agradable y lo sorprendente de la cita. El pequeño echó de menos a algún churumbel más, pero al final eso se suplió con las atenciones de todo el grupo y con un par de cubos de plástico que la cocinera, la madre de José Vicente, le dejó para que le echase de comer a las ovejas.
Fue maravilloso conocer a este pueblo, a su alcalde, a toda su familia, a su compañera (prima hermana de una conocida familia de Guadalupe), a los vecinos y vecinas de este lugar hermoso, con los que también compartimos alegría, compañía y ratos de ocio. Sorprendente fue encontrarme allí a muchos conocidos de Cáceres, Plasencia e incluso a quien ostenta hoy la dirección del parque nacional de Monfragüe, Ángel, que también procede de este lugar.
Se trata de una jornada inolvidable, en la que la vida me regaló la oportunidad de conocer en persona a amigos y amigas con las que había chateado o nos habíamos comunicado vía e-mail, a otras personas que sin conocerlas parecía que lo hacía de toda la vida, y en definitiva a un buen grupo humano, que espero dure eternamente.
La historia de mi vida personal y familiar ya tiene escrita un capítulo en Pescueza (Cáceres) y en los Canchos de Ramiro (Cachorrilla-Cáceres), lugar de comienzo y final del pasaje que os relato, donde los personajes -cuyas hazañas, venturas y desventuras, diálogos y narraciones dejo para la intimidad- tenían nombres y seudónimos, pero donde todos compartían una cosa: el amor a Extremadura, a sus gentes, y el profundo respeto hacia los demás.
Gracias a José Vicente, a Cristina, a su madre (excepcinal cocinera) , a su familia, (especialmente a Lara) , por el ejercicio sincero, intenso y cariñoso de sus tareas de anfitriones, inmejorables y tremendamente cercanas. Os debemos mucho...
Gracias a oistrahk por su sonrisa, sinceridad, por su amor a la música, por su tesón, valentía y coraje. La próxima no hay excusa, habrá buena música en vivo.
Gracias a María del Mar por sus atenciones hacia mi pequeño, por su alegría, por su cariño, por su sencillez. Por cierto, compartimos profesión.
Gracias a Paco y a Gloria, por la inspiración y la oportunidad, además de todo lo que sabéis...
Gracias a Alberto y a Altón por su presencia, por su trabajo fotográfico, por ese libro que será un éxito, por estar junto a nosotros.
Gracias a las rosas bellísimas que alumbraron el día y nos mostraron su cariño.
Gracias Guiomar por la llamada y por tu fuerza.
Gracias a Anselmo, compañero, por tus enseñanzas de política y porque además se te ve que eres buena gente. Algún día estaremos más cerca. Lo presiento.
Gracias Hitos por tu amistad y por tus puntos de vista.
Gracias Fernando, por compartir equipo de fútbol conmigo, por amar como amas a Guadalupe y por elegir a Extremadura para vivir.
Gracias Marga por el esfuerzo y por el reencuentro.
Gracias a Guille, por el tiempo y por lo que todos sabemos.
Gracias a mi Morenita que me quitó de un plumazo el cólico nefrítico del día anterior para que estuviésemos juntos.
Comentarios
Por cierto, en el enlace a mi nombre si quieres pon ya mi blog, que me hace más ilu, que mi web que la verdad no la retoco hace tiempo y ahora voy a dedicarme a tope con el blog:
estatutoautonomia.blogspot.com
Un abrazo fuerte fuerte y cuando quieras me mandas la partitura del himno. Un beso a tu niño y niña ;)
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- - - - - - - - - ФІѕТяакн_ЅριЯιΤ - - - - - - - - -
Mi e-mail es: jvgranado@hotmail.co
Abrazos
...que tienes un niño precioso, con esa mirada de estar descubriendolo todo, me hizo pensar en los mios que hace nada eran así y ya no me pueden acompañar porque tienen obligaciones. Disfrutar del él ahora que crecen sin darnos cuenta.
Fue un placer conoceros.