Tras el rastro de mis compañeros de clase

Quienes accedéis a este espacio de manera habitual y soléis husmear por los contenidos de la columna de la derecha os habréis percatado de una nueva entrada a modo de enlace que se denomina "Textos para el reencuentro". Este enlace os conduce hasta un nuevo espacio virtual que he tenido a bien abrir tras mi comunicación, a través del mail, con Lucía, una periodista del Comercio, uno de los diarios asturianos, y que por su impacto y difusión en la ciudad de Gijón, he tenido a bien para llevar a cabo una iniciativa, si no pionera porque ya han surgido otras, al menos muy novedosa para este blogger, consistente en buscar a compañeros y profesores, con los que compartí clases, aulas y algo más en mis años en el internado de la afamada ya Universidad Laboral de Gijón, hoy convertida en un complejo diverso, en el que se mantiene un instituto de secundaria, una ciudad de la cultura y algunas dependencias más, como por ejemplo la sede de la radio televisión asturiana, y que poco a poco van sepultando la historia y el pasado floreciente que tuvo, y donde a buen seguro la ley de la memoria histórica tiene mucho que hacer.


Inspirado por los sentimientos que expresaba en mi post del 13 de noviembre y con el propósito de encontrar algún rastro sobre aquellas personas y alentado por esta periodista, directora de contenidos de este medio al que me refería, me propuse iniciar este nuevo cuaderno de aventuras, para con el tiempo poder demostrar en su caso el impacto de la blogosfera, reencontrarme con este grupo, o al menos con algunos, y poder escribir una nueva página en mi vida, inédita, que a buen seguro me colmará de satisfacción, y servirá para rememorar, al menos de forma virtual, aquella época, entre los años 1983 y 1986, donde pasé mi adolescencia.

Confío en las posibilidades de esta ventana y espero que en octubre del próximo año, que se cumplen 25 años desde que se iniciase aquel periplo asturiano, podamos celebrarlo, al menos virtualmente y en número suficiente.