Reencuentro cargado de añoranza

El Ayuntamiento de Gijón, al que me une una tarjeta ciudadana que solicité y me enviaron a casa con gran rapidez y diligencia, así como el gobierno del Principado, han tenido la brillante idea de convertirla en Ciudad de la Cultura,una novedosa e innovadora gestión que nos tranquiliza y nos alivia de algún modo a los románticos de aquella época, pero sobre todo una excepcional fórmula de darle vida a un espacio con actividades culturales para uso y disfrute de la gente, para sensibilizarla sobre el valor de las artes y para mantener viva una memoria que nos remueve las entrañas a quienes tuvimos ocasión de pasar por allí.
Indagar en el contenido de esta ciudad virtual ha sido volver al pasado, emocionarme con la nostalgia y rejuvenecer el sentimiento que supone volver la mirada hacia atrás y lamentar de algún modo el paso del tiempo, al que estamos abocados todos sin excepción.
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