Noche de Reyes

Un año más -y espero que siga siendo así durante mucho tiempo- llega la noche mágica de los Reyes Magos de Oriente, en la que millones de niños/as viven intensamente la ilusión que supone creer en estos mágicos monarcas, y en la que desgraciadamente siguen existiendo enormes diferencias sociales, entre aquellos a los que la vida nos ha dotado de ciertos privilegios -quizá en exceso- y otros a los que todo se les torna más complicado.

Tengo que confesar que en mi caso personal y en la niñez tampoco tuve demasiados privilegios, y quizás por eso me esmero e intento otorgarle a este momento una mayor atención, que no significa despilfarro económico, sino más bien entrega e inspiración para seguir siendo cómplice de esa ilusión, de esa magia que se esconde en todo lo que rodea a esta fiesta y que al menos durante algunos años (se dice que los que más nos marcan en la vida) sirve para hacer a los más pequeños algo más felices y alegres,al menos durante un tiempo.

Ni que decir tiene que la dimensión de estos Reyes Magos es mucho mayor que antaño -al menos en los hogares en los que la economía lo permite- y que algunos/as niños/as reciben tanto que no reaccionan ante semejante bondad y abundancia. Y claro está que ante esto y aunque pueda sonar algo fuerte, el impacto es mucho menor e incluso, ni siquiera llega a ser lo que los progenitores esperan. Ahora bien, eso de pedir "a la carta" tampoco debe ser muy apropiado, aunque no seré yo quien claudique ante algunos principios y rompa esta tradición tan arraigada y realmente fantástica para sus protagonistas, tanto los niños como sus padres.

Os dejo que me espera una noche movidita, para ayudar a sus majestades a colocar los regalos e invitarles a una copita.

Por cierto, ¿Podéis adivinar cuáles eran algunos de mis regalos preferidos?

Comentarios

Entradas populares de este blog

20 de junio de 2012

Nos dejó Carlos Cordero Barroso

Instalaciones deportivas abandonadas