Prácticas poco responsables
No sé si alguno/a de los/as que soléis merodear por este espacio tenéis hijos/as, sobrinos/as, nietos/as... menores de edad. Eso supone también que disponéis de material fotográfico privado, que en caso de individuos menores de edad, suelen estar catalogados como sensibles o de extremo riesgo por muchas cuestiones obvias y por algunos tipos de delitos con los que -de manera involuntaria- podemos ser cómplices.
No soy partidario e incluso lo interpreto como una falta de responsabilidad parental el subir fotos en las que aparecen menores sin ningún tipo de filtro y por tanto accesible a todo el mundo. Si ya de por sí condeno este tipo de acciones (Las redes sociales y entre ellas, Facebook está cargada de este tipo de prácticas), os podéis imaginar la cara que se me ha quedado cuando he visto el careto de mi hijo de 6 años en varias fotos del cole, deambulando sin control por Facebook, porque alguien ha decidido subirlas sin contar con nadie, y porque le ha dado la real gana.
Entiendo que cada cual es libre de subir lo que le apetezca. Si lo desea, y a pesar de lo comentado en el párrafo anterior, fotos de menores. Pero, que encima lo hagan con la identidad e imagen de personas indefensas, cuya responsabilidad es de otros, el "delito" es aún mayor.
Los colegios suelen emitir una autorización especializada para que la imagen de nuestros hijos pueda ser utilizada con fines divulgativos y educativos en el ámbito escolar, pero estas personas que actúan de modo impulsivo y se creen que "todo vale" es lo normal, necesitan algunas lecciones, o al menos algún toque de atención sobre cuáles han de ser, y de hecho son, las reglas de juego de la participación en las redes sociales y en Internet.
Lo que os estoy contando es real como la vida misma. Espero que este testimonio nos haga reflexionar a todos sobre los riesgos reales en la red, sobre la responsabilidad que todos tenemos al utilizar las herramientas tecnológicas, y que tengamos en cuenta algo muy importante: en la red siempre quedan rastros y pruebas de lo que hacemos.
Lo cuento y lo escribo por si sirve de algo.
No soy partidario e incluso lo interpreto como una falta de responsabilidad parental el subir fotos en las que aparecen menores sin ningún tipo de filtro y por tanto accesible a todo el mundo. Si ya de por sí condeno este tipo de acciones (Las redes sociales y entre ellas, Facebook está cargada de este tipo de prácticas), os podéis imaginar la cara que se me ha quedado cuando he visto el careto de mi hijo de 6 años en varias fotos del cole, deambulando sin control por Facebook, porque alguien ha decidido subirlas sin contar con nadie, y porque le ha dado la real gana.
Entiendo que cada cual es libre de subir lo que le apetezca. Si lo desea, y a pesar de lo comentado en el párrafo anterior, fotos de menores. Pero, que encima lo hagan con la identidad e imagen de personas indefensas, cuya responsabilidad es de otros, el "delito" es aún mayor.
Los colegios suelen emitir una autorización especializada para que la imagen de nuestros hijos pueda ser utilizada con fines divulgativos y educativos en el ámbito escolar, pero estas personas que actúan de modo impulsivo y se creen que "todo vale" es lo normal, necesitan algunas lecciones, o al menos algún toque de atención sobre cuáles han de ser, y de hecho son, las reglas de juego de la participación en las redes sociales y en Internet.
Lo que os estoy contando es real como la vida misma. Espero que este testimonio nos haga reflexionar a todos sobre los riesgos reales en la red, sobre la responsabilidad que todos tenemos al utilizar las herramientas tecnológicas, y que tengamos en cuenta algo muy importante: en la red siempre quedan rastros y pruebas de lo que hacemos.
Lo cuento y lo escribo por si sirve de algo.
Comentarios
Con respecto a la forma de operar del Colegio creo que es la correcta, pues para eso se pide la correspondiente autorización.
Es importante que nos concienciemos de esto, porque no sabemos el daño que podemos hacer con estas prácticas.
Gracias por tu aportación.