Disciplina de partido en duda
Tengo la certeza de que la mayoría de los políticos que tienen cargos de responsabilidad en partidos y en administraciones concretas son honrados y además actúan en general de buena Fe en aquellas acciones que les competen. Sin embargo la historia también nos ha revelado numerosos casos de corrupción y de malas prácticas, mayoritariamente vinculadas a dos ámbitos muy concretos: el municipal y el relativo a la financiación de los partidos.
Casos como el Gürtel que hoy sacude al PP, mantienen como imputados a un buen número de altos cargos, sin que desde la dirección del partido se haya tomado ninguna medida preventiva, higiénica desde el punto de vista político, que -independientemente de esa presunción de inocencia que tenemos todos hasta que se demuestre lo contrario- parece ser lo que corresponde y lo que en otros partidos, como el PSOE, se viene realizando de manera contundente y con determinación.
Resulta curioso como cuando se trata de atacar casos similares en las filas socialistas los populares no dudan en predicar justo lo que no hacen, exigiendo responsabilidades políticas y dimisiones. En este sentido, la "limpieza de malas hierbas" forma parte de la honradez y modo de operar del PSOE, aunque solo sea por imagen, o como se suele decir "un político no sólo debe ser honrado sino parecerlo". Por tanto, me gustaría que Rajoy empezase a decapitar ya algunas cabezas, y exigiese ya la retirada de la vida pública y de la política más elitista a personas que ya han realizado méritos para estar fuera de las siglas a las que representan, aunque solo sea por respeto a los votantes que confiaron en ellas. Mucho me temo que eso de mojarse y poner la mano en el fuego por algunos compañeros, está muy bien como acto de solidaridad y de compadreo fiel, pero en política y con los indicios que parecen existir es preferible ser cautos y prudentes, y sobre todo cortar de cuajo de manera preventiva, cualquier atisbo de corrupción, prevaricación, cohecho y todo este tipo de delitos que suelen aparecer de cuando en cuando.
Casos como el Gürtel que hoy sacude al PP, mantienen como imputados a un buen número de altos cargos, sin que desde la dirección del partido se haya tomado ninguna medida preventiva, higiénica desde el punto de vista político, que -independientemente de esa presunción de inocencia que tenemos todos hasta que se demuestre lo contrario- parece ser lo que corresponde y lo que en otros partidos, como el PSOE, se viene realizando de manera contundente y con determinación.
Resulta curioso como cuando se trata de atacar casos similares en las filas socialistas los populares no dudan en predicar justo lo que no hacen, exigiendo responsabilidades políticas y dimisiones. En este sentido, la "limpieza de malas hierbas" forma parte de la honradez y modo de operar del PSOE, aunque solo sea por imagen, o como se suele decir "un político no sólo debe ser honrado sino parecerlo". Por tanto, me gustaría que Rajoy empezase a decapitar ya algunas cabezas, y exigiese ya la retirada de la vida pública y de la política más elitista a personas que ya han realizado méritos para estar fuera de las siglas a las que representan, aunque solo sea por respeto a los votantes que confiaron en ellas. Mucho me temo que eso de mojarse y poner la mano en el fuego por algunos compañeros, está muy bien como acto de solidaridad y de compadreo fiel, pero en política y con los indicios que parecen existir es preferible ser cautos y prudentes, y sobre todo cortar de cuajo de manera preventiva, cualquier atisbo de corrupción, prevaricación, cohecho y todo este tipo de delitos que suelen aparecer de cuando en cuando.
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