El valor de la lealtad.

La amplificación, inmediatez y posibilidades del Facebook  y  del twitter, están provocando una pérdida de actividad bloguera entre quienes hemos venido ejerciendo esta afición en los últimos años. No es fácil escribir todos los días, ni tampoco algunos días, máxime cuando existen herramientas que logran satisfacer en buena parte el gusanillo, aunque obviamente no es la excusa para dejar en blanco este espacio al que quiero y al que siempre he procurado mimar, porque me siento bien y porque sé que ahí detrás estáis muchas personas que os gusta leerme.

Hoy quiero reflexionar sobre las personas, sobre aquellos valores y aquellas cualidades que nos caracterizan y nos unen o nos distancian  hacia los semejantes. También sobre aquellas cualidades que, al menos para mi, considero fundamentales en las personas y especialmente entre quienes me gustaría ocupasen un lugar importante en mi vida.Y lo hago de manera consciente para evadirme de otras presiones y de desviarme de otros caminos que nos preocupan a todos, en mayor o menor medida, y que a buen seguro no serían tan duros si todos tuviésemos bien asimilados y entrenados, algunos valores sobre los que escribo a continuación.

Mirad, si hay algún hecho que nos ayuda a darnos cuenta y a ser conscientes de quiénes merecen la pena y quiénes no, es la enfermedad y la adversidad. Afortunadamente no he pasado por ello, pero sí he recibido muchos testimonios de quienes padeciendo una enfermedad han podido aprender de ella en lo que a fidelidad, amistad y cercanía humana se refiere. Uno de los preceptos de la religión católica, no recuerdo en que documento del catecismo, es visitar y cuidar a los enfermos. Está claro que quien lo ideó sabía bien de la lección de vida que encerraba.

A veces, con demasiada frecuencia, vivimos situaciones de distanciamiento e infidelidad de quienes creíamos eran amigos, camaradas, colegas o compañeros. Nos duelen pero nos fortalecen y nos enseñan algunas lecciones, aunque desgraciadamente vuelven a repetirse situaciones parecidas y volvemos a vivir este tipo de situaciones, seguramente tan normales como la vida misma. En otros términos:  la vida esta llena de amores y desamores, de encuentros y distanciamientos, de fidelidades e infidelidades.

Siempre he valorado entre mis semejantes algunos aspectos que para mi son sagrados, y entre los que destaca por encima de todos la lealtad, que es un concepto que en mi opinión encierra otros como la fidelidad y la honestidad. ¿Y para vosotros/as qué aspecto es el que más valoráis en vuestros semejantes?

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