Elegía a Pedro Antonio Blanco Aldeano
Ayer tuve el privilegio de volver a cantar, en esta ocasión en un rincón bellísimo de la localidad cacereña de Brozas con la que me unen recuerdos y un buen número de amigos/as. En la Plaza de los Príncipes de Asturias de este pueblo extremeño (en la que se erige una estatua de su hijo más insigne y universal, Francisco Sánchez, "El Brocense"), tres cantautores compartimos escenario y lo dimos todo para deleitar a un público entregado, que supo respetar a los músicos y compartir esa magia y ese duende que surgió de inmediato a la luz de las estrellas, junto a la Iglesia Parroquial, en este bello espacio habilitado como escenario para permitirnos cantar algunas de nuestras canciones y versionar otras, sobre todo del cubano Silvio Rodríguez.
Un honor reencontrarme con el broceño Nico Pardo, después de muchos años, y también de conocer a Javier Herrero, un excelente escritor y músico afincado en Madrid con orígenes en Brozas.
Al final de mi actuación quise rendirle homenaje a Pedro Antonio Blanco Aldeano, dedicándole y cantándole su "Elegía", compuesta para él hace tiempo, pero interpretada en su memoria unos días antes de que se cumpla un año de su muerte. Pocas veces uno tiene la oportunidad de expresar con una canción tantos sentimientos y de poder contar con tantas circunstancias favorables en torno a ella. Me enorgulleció enormemente como el público (entre los que se encontraban su familia y sus hijos) se puso en pie para responder a unos sencillos versos, acompañados por los acordes de mi guitarra y con el acompañamiento extraordinario de Nico Pardo, que logró generar ese punto de emoción que de alguna manera me cautivó para cantar con el alma esta pequeña obra.
Una noche más para el recuerdo y la memoria de Pedro, con una canción que -a partir de ahora- será pieza obligada en mi repertorio allá donde me permitan cantar.
Espero que cuando tengamos el audio de esta canción, os lo pueda poner en este espacio. De momento estos son los versos:
Un honor reencontrarme con el broceño Nico Pardo, después de muchos años, y también de conocer a Javier Herrero, un excelente escritor y músico afincado en Madrid con orígenes en Brozas.
Al final de mi actuación quise rendirle homenaje a Pedro Antonio Blanco Aldeano, dedicándole y cantándole su "Elegía", compuesta para él hace tiempo, pero interpretada en su memoria unos días antes de que se cumpla un año de su muerte. Pocas veces uno tiene la oportunidad de expresar con una canción tantos sentimientos y de poder contar con tantas circunstancias favorables en torno a ella. Me enorgulleció enormemente como el público (entre los que se encontraban su familia y sus hijos) se puso en pie para responder a unos sencillos versos, acompañados por los acordes de mi guitarra y con el acompañamiento extraordinario de Nico Pardo, que logró generar ese punto de emoción que de alguna manera me cautivó para cantar con el alma esta pequeña obra.
Una noche más para el recuerdo y la memoria de Pedro, con una canción que -a partir de ahora- será pieza obligada en mi repertorio allá donde me permitan cantar.
Espero que cuando tengamos el audio de esta canción, os lo pueda poner en este espacio. De momento estos son los versos:
Un vacío infinito
unos versos, una estrofa.
Un acorde preciso
para recordar tantas cosas
Una vida quebrada,
un mazazo, un revés.
Un amigo, un camarada,
un adiós y un porqué.
Una canción amarga,
una pena, un lamento.
Unas tristes palabras
para expresar lo que siento.
Una vida quebrada,
un mazazo, un revés.
Un amigo, un camarada,
un adiós y un porqué.
unos versos, una estrofa.
Un acorde preciso
para recordar tantas cosas
Una vida quebrada,
un mazazo, un revés.
Un amigo, un camarada,
un adiós y un porqué.
Una canción amarga,
una pena, un lamento.
Unas tristes palabras
para expresar lo que siento.
Una vida quebrada,
un mazazo, un revés.
Un amigo, un camarada,
un adiós y un porqué.
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