Caminos equivocados
Muchas veces me pregunto el por qué se pierde parte de la honestidad y dignidad humana cuando se pretenden defender las ideas políticas o los puntos de vista que cada cual tiene sobre un determinado tema, o sobre cómo ha de ser un determinado gobierno. Siempre creí que si para algo sirve la democracia y las instituciones políticas que se han creado en torno a ella es para librar con respeto y responsabilidad la defensa de los intereses comunes de los ciudadanos por encima de los particulares.
En mi opinión aquella política que se hace de espaldas al marco reglamentado y con un simple interés partidista, se aleja mucho de lo que los/as ciudadanos/as demandan y entienden apropiado para quienes les representan en gobiernos y oposiciones. Cuando se busca la herida personal del contrario, se pasa de lo público a lo personal, y se olvida con demasiada frecuencia el rumbo marcado de manera unánime por todos a través de las instituciones democráticas, estamos generando discordia innecesaria y nos adentramos en terrenos muy peligrosos para la convivencia ciudadana y para un desarrollo pleno del estado de derecho y de una sociedad más justa y solidaria.
No me extraña que en este contexto la política siga alejándose de la sociedad civil.
En mi opinión aquella política que se hace de espaldas al marco reglamentado y con un simple interés partidista, se aleja mucho de lo que los/as ciudadanos/as demandan y entienden apropiado para quienes les representan en gobiernos y oposiciones. Cuando se busca la herida personal del contrario, se pasa de lo público a lo personal, y se olvida con demasiada frecuencia el rumbo marcado de manera unánime por todos a través de las instituciones democráticas, estamos generando discordia innecesaria y nos adentramos en terrenos muy peligrosos para la convivencia ciudadana y para un desarrollo pleno del estado de derecho y de una sociedad más justa y solidaria.
No me extraña que en este contexto la política siga alejándose de la sociedad civil.
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