Apuesta decidida por la innovación

Premiados y representantes institucionales en el día de ayer. Cedida por Ctaex

No es fácil dirigir unas palabras en el seno de la entrega de unos premios tan prestigiosos como los que el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (CTAEX) convoca desde hace siete años, a sabiendas de que muchas personas -con influencia o relación directa con las empresas, las entidades financieras, la Universidad, la Investigación y la propia Administración- están pendiente de ellas. Ayer, tuve esa oportunidad en representación de todas las personas premiadas y en el mío propio, y como pienso que son de interés general quiero compartirlas también en este espacio personal:

El sector agroalimentario en Extremadura resulta estratégico para el futuro. Una Comunidad Autónoma como la nuestra, con una dependencia tan importante del sector agrario y ganadero, no debe escatimar recursos ni esfuerzos en el sector de la transformación y comercialización agroalimentaria, estrechamente ligados a los primeros.

Conceptos tan de moda como calidad, competitividad o incluso innovación, necesitan ser aplicados y asimilados para poder llegar al futuro con ciertas garantías de éxito. La protección comercial de algunos productos agroalimentarios extremeños no es suficiente para garantizar la viabilidad y el sostenimiento de las explotaciones y de las industrias transformadoras, ni siquiera acaban con algunos de los handicap más importantes con los que se encuentra hoy el sector: márgenes comerciales, falta de competividad y pérdida de valor añadido.

La calidad sin más, tampoco parece tener cabida en la ingente globalización de los mercados y la cada vez mayor, especialización y exigencia del consumidor, que busca productos novedosos y sobre todo más saludables. Por tanto, debe existir un plus de valor añadido, que en mi opinión se logra con una conciencia permanente de cambio, de mejora y de autenticidad y que se traduce en proyectos valientes, en la formulación de nuevas ideas, a veces impensables, pero no por ello irrealizables.

El futuro de nuestras empresas agroalimentarias pasa por tanto por tomar conciencia de aspectos como estos, de estar dispuestos a destinar buena parte de nuestros beneficios en esta tarea constante de metamorfosis competitiva y de confiar en el potencial que esta tierra, Extremadura, tiene. Aprovechemos por tanto el marco político que se nos ofrece, a través de los recursos públicos de apoyo a la innovación, para situar a las empresas extremeñas en el lugar que le corresponde. Seamos valientes y no tengamos miedo al error, porque el éxito nos da confianza para poner en práctica lo que el fracaso nos enseña y porque esta tierra por la que trabajamos día a día, bien merece nuestro esfuerzo, por nuestro bien y el de nuestros hijos.

Decía Ortega y Gasset que “sólo es posible avanzar cuando se mira de lejos. Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande”. Pues apliquémonos el cuento y caminemos hacia el futuro innovando cada día, en lo personal, en lo profesional y en cualquier ámbito de nuestra vida.

Finalmente quiero agradecer a todos los amigos del CTAEX sus felicitaciones y su siempre abierta disponibilidad en mi trabajo: a Pepe Lucena, a José Luis Llerena, a Alfonso Montaño, a Alberto y al resto de equipo humano y profesional.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Muchas felicidades, Felipe, por este reconocimiento (uno más).
Un fuerte abrazo,
Carlos Ongallo
Anónimo ha dicho que…
Gracias Felipe
Anónimo ha dicho que…
Enhorabuena por este premio que mereces y que nadie podrá poner en duda. ¿Para cuándo tu implicación más directa en la política local?

Un abrazo.

Enrique
ana ha dicho que…
¡¡Enhorabuena!!

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