Noches de fiesta y volante

Ya lo vaticinaba hace unos días cuando se presentaba la campaña de tráfico para la operación salida de agosto el propio Director General de Tráfico, Pere Navarro. Mucha atención y cuidado con los desplazamiento cortos con motivo de la asistencia a las ferias de los pueblos de al lado por el alto riesgo que supone la noche, el alcohol y la fiesta unidos. Esta mañana, cerca de Guadalupe, en Cañamero, dos jóvenes han sufrido un accidente. Uno de ellos muerto con 20 años. El otro, con 19, herido grave en un conocido hospital extremeño. Desconozco los motivos, ni seré yo quien les juzgue, aunque sí me gustaría reflexionar sobre este tipo de sucesos, en los que los jóvenes suelen ser las víctimas, aunque también otros colectivos.

Me preocupa sobremanera la edad legal para alcanzar la mayoría, ese límite en el que uno se siente ya independiente a la hora de tomar decisiones y que supone un conflicto paterno-filial a la hora de abordar ciertas situaciones, como por ejemplo el que un joven decida ir o no ir a las fiestas del pueblo de al lado. Resulta complejo establecer límites o términos medios que puedan satisfacer a todos, pero lo cierto y verdad es que se siguen produciendo situaciones graves e incluso la pérdida de vidas humanas por cuestiones, que es posible que con una buena concienciación o algún tipo de educación preventiva, se pudieran haber evitado.

Es posible que desde las Administraciones Públicas se pueda hacer algo, o desde el movimiento ciudadano, promoviendo por ejemplo el uso del transporte colectivo para eventos en los que con mucha probabilidad se sabe que los jóvenes consumen algún tipo de droga. Existen iniciativas entre los propios jòvenes muy interesantes, como por ejemplo los turnos secos, o las rotaciones al volante de individuos que no beben esa noche porque están "de servicio". Sin embargo, la generalidad es que al final una inmensa mayoría de jóvenes se encuentran "desprotegidos" y son "carne de cañón" que de vez en cuando, suele acabar mal.

Los padres incluso deben esforzarse, aunque suponga algún sacrificio, en llevar y traer a sus hijos a este tipo de fiestas. Si hay una pandilla de amigos, se pueden organizar turnos para que cada noche sea un padre o madre quien lo haga. Se evitaría también más de un quebradero de cabeza y todo sería menos arriesgado.

Quisiera destacar que este tipo de situaciones también las provocan personas maduras, como se suele decir "hechas y derechas", que en ocasiones son más irresponsables que los propios jóvenes, y que he decido hablar de estos por la situación a la que hacía mención al principio.

En fin, que las carreteras son estupendas porque nos permiten comunicarnos y desplazarnos de un lugar a otro, pero también son armas letales, que al menor descuido, no te perdonan.



Comentarios

Conce Méndez ha dicho que…
Ni los anuncios más drámaticos son capaces de sensibilizar a much@s conductores.
Visité el Centro de Discapacitados que hay en Alcuescar,me impactó un chico muy joven que le faltaban sus piernas;nos explicó que una noche bebió y...,seguirá pasando por desgracia;pues todos sabemos que hay gente muy responsable al volante, pero las hay que ponen en riesgo su vida y la de los demás.
Saludos.
Anónimo ha dicho que…
Yo soy joven de 23 años y nunca cojo el coche habiendo bebido alcohol. Si hace frío, si hace calor, si llueve, si nieva, etc me jodo y me aguanto. Pero el coche en mi casita q está muy bonito allí.

Sobre lo ocurrido en Cañamero estas fiestas patronales pues la verdad que fue una verdadera pena. Es raro el año que algún chaval joven de esta zona no pierde la vida en la carretera.

Un saludo y te invito a q te pases por mi blog.

P.D. Soy cañamerano y he llegado hasta aquí buscando blogs de la Comarca de las Villuercas. He estado leyendo algunas cosas por encima y es interesante. Hay cosas q no las comparto pero para gusto los colores.

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