Acción y dinamismo en el campo


Ayer tuve el privilegio de volver a tomarle el puso a la situación de la agricultura y ganadería en la comarca de Las Villuercas-Ibores-Jara, que no difiere demasiado del panorama regional y nacional. Y digo que fue un privilegio porque no hay nada más saludable y didáctico que compartir y departir con los protagonistas directos y verdaderos sufridores de las políticas agrarias comunitarias y de las consecuencias de la globalización de los mercados.

El clamor generalizado de nuestros agricultores y ganaderos -en una reunión que mantuvimos con ellos para crear un foro de participación ciudadana- fue el de quejarse amargamente por la diferencia de precios entre lo que cobra el productor y lo que paga el consumidor. La reivindicación más generalizada en los últimos tiempos, especialmente con el recrudecimiento de la coyuntura económica que tanto nos preocupa, y una justa razón para el inconformismo y para pasar a la acción, más pronto que tarde. La mayoría de los agricultores presentes abogaban por una unidad social frente al abuso y la mediación excesiva en la cadena de valor, así como por el encarecimiento de sus gastos de producción. Apostaban por el modelo cooperativo y por la estrecha colaboración entre todos los productores a la hora de acaparar, cada vez con mayor peso, todos y cada uno de los elementos que caracterizan el proceso de comercialización, desde la producción hasta el consumo, pasando por la tipificación, la transformación, el etiquetado e incluso la venta directa.

Esa es obviamente la clave y el punto de inflexión que necesita el campo, para romper con los prejuicios y la falta de motivación en general, que lastran al sector hasta niveles de apatía y pasividad incomprensibles.

El lema de "La unión hace la fuerza", tan antiguo como actual, ha de ser el motor que genere ese cambio que ya resuena en el campo, y en ese objetivo hemos de trabajar todos los que pensamos que aún es posible producir con calidad en las zonas rurales, mantener intacta una actividad ancestral como esta y poder vivir dignamente de ello. Las cooperativas, asociaciones, uniones, cooperaciones, colaboraciones, alianzas o como quieran llamarse, son fundamentales para seguir caminando hacia el futuro. De lo contrario, es posible que muy pronto ciertas actividades pasen a la memoria o quizás el olvido.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Buenas tardes Felipe.

Tu lo has dicho, la union hace la fuerza. Es necesario fomentar el cooperativismo. Lo que ocurre es que en algunos lugares, en algunas comarcas, quiza en otras si, los agricultures y ganaderos no estan por la labor, existe mucho desconocimiento y mucha desconfianza. habria que hacer campañas de informacion y motivacion para fomentar las cooperativas agrarias.

Un abrazo.
ROSA ha dicho que…
Conozco a bastantes agricultores por mi trabajo, y es realmente lamentable la diferencia de precios entre los que cobra el productor y lo que paga el consumidor.
El otro día en unas noticias vi., como unos agricultores vendían su productos al precio que ha ellos le pagaban, y la verdad me parecio bastante buena la idea. Deberían hacer algo al respecto los agricultores extremeños, por lo menos una vez a la semana.
Estoy de acuerdo que la unión hace la fuerza.
Un besito Rosario

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