La telebasura infantil

Una de las mayores preocupaciones que me inquietan a día de hoy, además de los comunes a todos los ciudadanos que puedan vivir en un país como España, es sin duda la educación de mi hijo y el futuro que le pueda deparar. La educación es uno de las mayores responsabilidades que tenemos encomendadas los padres, aunque es obvio que no todos los que tenemos hijos la ejercemos de la misma manera, específicamente porque en esto existe una gran libertad y una notable influencia de nuestros valores y experiencias de vida. La violencia en la televisión no se escapa a esta preocupación, y es algo que además veo que ya es un problema real, tal y como hemos comentado un grupo de padres a raíz de algunas reflexiones que un buen amigo, Carlos de Benito, nos hizo llegar sobre la influencia de programas de violencia, específicamente aquellos que fomentan la lucha y que han aflorado como la espuma en horarios infantiles. A mi esto me preocupa enormemente porque a veces no sabes como reaccionar o como actuar ante esto. Parece fácil afirmar que la solución es que el niño no lo vea, o que cuando se emiten esos programas esté ausente. Sin embargo, hay veces que es difícil de controlar y a lo mejor el hecho de que los pequeños manejen con maña el mando puede suponer que mientras los mayores estamos convencidos de que están viendo los dibujos animados, al poco tiempo comprobamos que han hecho zapping y nos la lían.

Parece que, independientemente de que nuestros descuidos puedan contribuir a este aprendizaje de violencia, existe una complicidad general de las cadenas de televisión, unas más que otras, que emiten este tipo de programas en horarios de audiencia infantil, lo que sin duda ha encendido todas las alarmas entre los padres, al menos así lo han denunciado algunos colectivos ante las autoridades responsables.

Con esto quiero hacer un llamamiento a todos los que como yo somos padres, a que estemos vigilantes y muy atentos a este tipo de programas, u otros similares, a que pensemos que nuestros pequeños imitan todo, lo bueno y lo malo, y eso lo sabemos bien. Se trata de al menos en este campo, prevenir en la medida de lo posible comportamientos de futuro. Ya sé que algunos de mi generación me diréis que jugábamos a los pistoleros, a las peleas, con soldados y tanques... pero, según he podido informarme en algunas webs, la violencia que se aprender por la pequeña pantalla es tremendamente peligrosa.

De momento os dejo con este vídeo cuyo enlace también me ha recomendado Carlos.


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