
Uno de los mayores
hándicaps con los que cuenta el medio rural, aparte de la ya machacada -y no por ello olvidada-
ADSL, es la cobertura de telefonía móvil. En zonas de montaña como Las
Villuercas o Los
Ibores, esto era un problema, si cabe más pronunciado, por eso de las condiciones orográficas. A pesar de ello, no todo son malas noticias y hoy mismo, nada más abrir el correo mi querido amigo Antonio
Dávila, Presidente de la
Asociación del Camino Real de Guadalupe, me ha comunicado la buena nueva de que la sierra de
Altamira, ubicada a caballo entre Las
Villuercas, Los
Ibores y la Jara, alberga desde hoy un repetidor para la telefonía móvil. Una reivindicación que se venía manifestando desde este colectivo y una excepcional noticia para todos los vecinos y lugareños, pero también para los caminantes y
senderistas del camino real, en pleno proceso de recuperación y puesta en valor. Un impulso importante a este proyecto de resucitar esta vía histórica, y una mejora imprescindible para poder abordarlo, máxime cuando estamos hablando de una zona tradicionalmente dejada de la mano de Dios.
Mis felicitaciones a quienes lo han logrado y sobre todo mi aliento a las gentes de esa zona, agricultores y ganaderos especialmente, para que encuentren con este logro una nueva oportunidad de desarrollo y por tanto, una esperanza a seguir en pie, a pesar de los malos tiempos que corren.
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