25 años de Estatuto en Extremadura

Hoy, hace ahora 25 años, comenzó a andar con vida propia el Estatuto de Autonomía de Extremadura, un documento que no por desconocido por la mayoría de extremeños y extremeñas, entre los que me incluyo, no deja de tener una importancia vital e indiscutible para el desarrollo de los valores democráticos de nuestra tierra, para el funcionamiento de la administración y entidades públicas extremeñas y para el autogobierno de nuestro espacio territorial.

Mucho ha cambiado, para bien, nuestra tierra, pues a nadie se le escapa que hoy Extremadura y los extremeños son una realidad, una región consolidada en el conjunto del estado español y con unas características muy particulares, en cuanto a su cultura, sus tradiciones y su forma de ser, constituyendo unas señas de identidad particulares y propias, genuinamente vinculadas a esta tierra y a sus gentes, confomando un conjunto de connotaciones y de características endógenas que conforman lo que se ha dado en llamar la extremeñidad.

No hay extremeño que se precie, con capacidad de pensamiento y de obra, que se sienta y viva este hondo sentido, que no se emocione cuando suena el himno de su tierra y cuando observa la bandera ondeando en un ayuntamiento, en un edificio oficial o en una pegatina de algún coche. Gracias a ese documento, y al trabajo que entre todos hemos hecho, cada uno desde su puesto o posición -albañiles, profesores, agricultores, amas de casa, jóvenes y mayores, políticos, legisladores, médicos...- hoy podemos recoger los frutos de la cosecha y podemos mirar al futuro esperanzados de que cada día que pasa debemos pensar más en esta tierra, trabajar por ella y construir una Extremadura moderna, acogedora y en las mejores condiciones para quienes nosotros hemos querido que nos sucedan.

Espero que desde las instituciones responsables de la reforma del Estatuto, ahora actualidad política en nuestra región, se piense un poco más en el ciudadano de a pie, se abra un proceso de participación ciudadana para dar a conocer el documento, la carta magna de nuestra región, y entre todos podamos elaborar un documento igual de bueno o mejor que el actual, y que dentro de otro cuarto de siglo sigamos alegrándonos de poseer una herramienta democrática óptima y adecuada para nuestros intereses como ciudadanos y como extremeños.

De momento os dejo con la letra del himno de Extremadura para que mientras todos y todas la leemos, reflexionemos al menos hoy sobre este asunto y sobre la importancia de sentirse y vivir como extremeños, o si prefieres lo escuchas.

Nuestras voces se alzan,
nuestros cielos se llenan
de banderas, de banderas
verde,
blanca
y negra.

Extremadura, patria de glorias.
Extremadura, suelo de historias.
Extremadura, tierra de encinas.
Extremadura, libre camina.


Nuestras voces se alzan,
nuestros cielos se llenan
de banderas, de banderas
verde,
blanca
y negra.

El aire limpio,
las aguas puras,
cantemos todos:
¡Extremadura!

Gritemos todos en libertad:
¡Extremadura tierra de paz!


Nuestras voces se alzan,
nuestros cielos se llenan
de banderas, de banderas
verde,
blanca
y negra.

Extremadura, alma.
Extremadura, tierra.
Extremadura de vida llena.

Nuestras voces se alzan,
nuestros cielos se llenan
de banderas, de banderas
verde,
blanca
y negra
   

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