Último esfuerzo y también unas palabras al nuevo párroco de Guadalupe, Fray David


A buen seguro os habrá pasado a quienes habéis tenido que presentar un proyecto, un informe o algo con fecha límite de entrega, que en los últimos días uno se convierte en un perfeccionista de primer orden, observando faltas hasta en la letra pequeña, corrigiendo a diestro y siniestro, cuanto más mejor para lograr ser el mejor entre todos los que concurren a la cita. Eso es lo que sucede también ahora en Extremadura, con la presentación de los programas de desarrollo rural que las comarcas, a través de los Grupos de Acción Local, tienen que poner a disposición de la nueva Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, antes del próximo día 10 de octubre. Os podéis imaginar el esfuerzo que esto le supone a quien además tiene la responsabilidad de maquetar y dejar en la mejor de las condiciones a la candidatura que se presenta. En fin, que lo que quiero comunicar es que menos mal que mis vacaciones me dejaron bien cargaditas las baterías y eso me permite, no sin sacrificio, mantener el tipo ante lo que se me viene encima. En cualquier caso es algo conocido ya, que suele suceder cada 6 ó 7 años, con lo cual tampoco es algo que nos coja de sorpresa y por si fuera poco, mi trabajo depende en exclusiva de estos fondos que proceden de las administraciones nacionales y de la Unión Europea.

Por lo demás ya tenemos- oficialmente- nuevo párroco en el pueblo. Así nos lo ha hecho llegar Mario, el cura de Alía, en el ambón de la Basílica de Guadalupe, cuando leyó el Decreto del Cardenal Primado de España y Arzobispo de Toledo que así lo acredita. Por supuesto que estuvimos acompañándole en este duro momento para Él. Sí, digo duro momento porque quienes le conocemos un poco sabemos que las solemnidades eclesiásticas y el excesivo protagonismo de uno en estas lides no forman parte de sus pretensiones y eso le hace estar incómodo, tal y como hemos percibido, al menos en mi caso. Esperemos que con el tiempo esto vaya formando parte de su cotidianeidad y eso le ayude a ascender en el escalafón, aunque esos designios no dependen de él sino del de más arriba. La cuestión es que comienza una nueva etapa para la vida de este amigo franciscano, músico y un dinámico sacerdote, cuya tarea al frente de los feligreses de la Parroquia no va a ser fácil, y por ello contará como siempre con la estrecha colaboración de algunos amigos, siempre dispuestos y abiertos. Como se suele decir "torres más altas han caído" y con ese lema quisiera alentar a quien comienza este nuevo camino en la evangelización, donde espero poder disfrutar y trabajar a su lado, como antes lo he hecho con otros.

Mucha suerte y a trabajar...


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