Cuenta atrás para unos días de descanso y sosiego en mi rincón de la Puebla

Apenas unas horas me separan de un mes de vacaciones, entiendo que merecidas y sobre todo necesarias para poder hacer muchas cosas que siempre suelo dejar para esta época: leer, música y sobre todo, y lo más importante, dedicarle el tiempo que se merecen a Ana y a César, mi mujer y mi hijo, verdaderos sufridores de mi actividad cotidiana y de mis apasionadas aficiones.

Los compromisos económicos del piso y otras cosas nos impedirán salir fuera, algo que no nos gusta mucho pero que siempre nos apetecía por el hecho de "desconectar" de lo cotidiano y habitual. Estaremos en el pueblo, en Guadalupe, imagino que disfrutando de sus fiestas de agosto, los toros, y de las ferias en honor a nuestra Morenita a principios de septiembre. Entre tanto, habrá tiempo para la lectura de varias revistas que tengo encima del escritorio de casa (agricultura ecológica, promoción agroalimentaria, informática...) y el último libro de mi buen amigo Carlos, sobre el que prometo hacer un post cuando lo lea, porque a priori me parece muy interesante eso de "La Venta Directa".

No dejaré el teclado ni el Pc, cuya compañía, no sé si para bien o para mal, forma parte de mi vida, y podré mantener este cuaderno lo más actual posible, si mis ocupaciones vacacionales me lo permiten y el ánimo también.

Si os apetece y venís por la Puebla, no dudéis en dejarme un comentario y quedamos para tomarnos un café en la Plaza o en cualquiera de los establecimientos que existen.

Comienzan pues mis añoradas vacaciones de verano y con ellas un respiro profundo hacia un tiempo de calma, de sosiego y de cercanía hacia las pequeñas cosas cuyo sabor suelo olvidar el resto del año. Prometo hartarme de esta gama amplia de aromas y sabores que tiene el privilegio de vivir en un lugar como Guadalupe.

Ya os contaré, porque esta misma noche, compartimos mesa con nuestro querido Pepe Arenas, ex-párroco de la localidad, trasladado a Mérida y con quién espero vivir emociones fuertes. De momento quiero cantarle acompañado de mi guitarra una canción sorpresa, con la que espero emocionarle y regalarle un trozo de mi.

Hasta la próxima.


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