El uso de internet debe ser igual para todos
Nunca me he parado a pensar que es lo que sucedería si por cualquier circunstancia tuviese que dejar mi adicción a las nuevas tecnologías y en particular me privasen de esa libertad que supone el poder expresarte de manera rápida y global a través de la blogosfera. Es posible que si esto sucediese mi vida sería muy distinta, tanto que a buen seguro muchas de las realizaciones personales y de los logros individuales obtenidos en los últimos tiempos, sobre todo en el aspecto profesional no hubiesen sido posibles, sin el concurso de estas herramientas virtuales.
Hoy, se celebra el Día de Internet, una acción de sensibilización que pretende que los ciudadanos y ciudadanas se alfabeticen tecnológicamente y se conciencien sobre la utilidad o en su caso el riesgo que supone el uso de las nuevas tecnologías, ya no sólo para la gestión de la comunicación, la información, la consulta de datos, etc., sino incluso para cuestiones de salud, de mejorar la calidad de vida, de participar más activamente en las actividades sociales y/o políticas de una determinada comunidad, y en definitiva de poner a nuestro servicio estas herramientas para vivir mejor.
Evidentemente, quién se lleva la peor parte en esta revolucionaria fórmula digital, siguen siendo las zonas rurales, los espacios a los que el tren de las nuevas tecnologías siempre llega tarde, pasa y no para, o en algunos casos siguen existiendo locomotoras a vapor. Por eso, y haciendo uso de Internet, desde este pequeño rincón de Las Villuercas, situado en Extremadura y haciendo uso de esta fantástica red virtual, quisiera lanzar un grito reivindicativo que llegue a cuantos más lugares mejor, especialmente a los centros en los que se dirimen y se planifican las políticas de igualdad digital, para extinguir de una vez por todas esa brecha que existe y que nos pesa tanto a los ruralitas y que nos posiciona en clara desventaja frente a otras personas y nos asfixia, poco a poco ante la globalización cada vez más presente.
Esa es mi petición para este día, un equilibrado uso de Internet para todos, una apuesta decidida para reducir las distancias entre ciudadanos y pueblos, y una mayor atención a los territorios rurales, fuertemente machacados por la regresión poblacional, la pérdida de identidad territorial y con muchas ganas -os puedo asegurar- de comerse el mundo y de mantenerse vivo, sin renunciar a cuantas cruzadas tengan que sufrir para lograr formar parte, en igualdad de condiciones, de esta nueva sociedad del conocimiento.
Por supuesto que software libre para todo.
Hoy, se celebra el Día de Internet, una acción de sensibilización que pretende que los ciudadanos y ciudadanas se alfabeticen tecnológicamente y se conciencien sobre la utilidad o en su caso el riesgo que supone el uso de las nuevas tecnologías, ya no sólo para la gestión de la comunicación, la información, la consulta de datos, etc., sino incluso para cuestiones de salud, de mejorar la calidad de vida, de participar más activamente en las actividades sociales y/o políticas de una determinada comunidad, y en definitiva de poner a nuestro servicio estas herramientas para vivir mejor.
Evidentemente, quién se lleva la peor parte en esta revolucionaria fórmula digital, siguen siendo las zonas rurales, los espacios a los que el tren de las nuevas tecnologías siempre llega tarde, pasa y no para, o en algunos casos siguen existiendo locomotoras a vapor. Por eso, y haciendo uso de Internet, desde este pequeño rincón de Las Villuercas, situado en Extremadura y haciendo uso de esta fantástica red virtual, quisiera lanzar un grito reivindicativo que llegue a cuantos más lugares mejor, especialmente a los centros en los que se dirimen y se planifican las políticas de igualdad digital, para extinguir de una vez por todas esa brecha que existe y que nos pesa tanto a los ruralitas y que nos posiciona en clara desventaja frente a otras personas y nos asfixia, poco a poco ante la globalización cada vez más presente.
Esa es mi petición para este día, un equilibrado uso de Internet para todos, una apuesta decidida para reducir las distancias entre ciudadanos y pueblos, y una mayor atención a los territorios rurales, fuertemente machacados por la regresión poblacional, la pérdida de identidad territorial y con muchas ganas -os puedo asegurar- de comerse el mundo y de mantenerse vivo, sin renunciar a cuantas cruzadas tengan que sufrir para lograr formar parte, en igualdad de condiciones, de esta nueva sociedad del conocimiento.
Por supuesto que software libre para todo.
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