S.O.S servicios sociales en Guadalupe

Estoy convencido de que si no hay reacción ciudadana a la oleada de recortes y subidas de impuestos que estamos sufriendo todos los españoles, estaremos siendo cómplices, con nuestro silencio y nuestra pasividad, de una nueva época negra para la historia de este país y por supuesto, asistiremos a una regresión brutal de los derechos y libertades que tanto nos costó lograr, o mejor dicho que tanto les costó a nuestros padres, abuelos o bisabuelos conseguir.

Este fin de semana conocíamos a través de las redes sociales que cuatro trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio del Ayuntamiento de Guadalupe tenían en su mano la carta de despido, e incluso según el testimonio en Facebook de una de ellas, han sido ellas mismas las encargadas de darle la buena nueva a las personas a las que cuidaban. Guadalupe, como otros muchos pueblos, es pequeño y rápidamente la noticia ha inundado las tertulias de los barrios y de todos los rincones del pueblo.

No puedo permanecer en silencio ante un hecho -en mi opinión- muy grave, si es que realmente acaba consumándose, tal y como han previsto los responsables políticos que en estos momentos gobiernan en el Ayuntamiento, que a buen seguro han pensado antes en su partido o en la crisis, más que en las personas que cada día son receptoras de este servicio de ayuda a domicilio, a través del cual gozan de compañía y de apoyo para realizar los quehaceres diarios, y que se traduce en un servicio personalizado a través de la ayuda pública que entre varias administraciones cofinanciaban. Y digo, que no han pensado en estas personas porque posiblemente no han reflexionado lo suficiente como para advertir que este servicio no es de los usuarios que para su desgracia lo usan actualmente, sino que mañana pueden necesitarlo alguno de ellos o de sus familias, con lo cual la falta de sensibilidad es a juzgar por los hechos tremenda.

Creo sinceramente que algo no funciona o que en algún lugar se está haciendo trampa. Según parece se ha afirmado por parte del máximo mandatario local que el consistorio está actualmente en un momento dulce económicamente hablando e incluso se nos ha informado por escrito en un bando que va a haber un plan de empleo para 2013. Esa bonanza derivó en una liberación de una concejala, lo cual -dicho sea de paso- no me parece nada mal si es viable y eso sirve para generar más recursos municipales.

En el año 2011 nada más entrar se organizaron unas fiestas por todo lo alto con 6 días de festejos taurinos y espectáculos complementarios que a buen seguro le han costado al Ayuntamiento, mejor dicho nos han costado a todos los guadalupeños, una cantidad importante, porque aunque hay apoyo económico popular cualquiera es capaz de atisbar que con esa aportación no se sufragan los gastos que conlleva un evento de estos. Este año sigue habiendo fiestas y verbenas en cuanto hay ocasión, y de la noche a la mañana el servicio de ayuda a domicilio al garete, entiendo que por falta de financiación.

Hay algo que falla, queridos paisanos, algo que no cuadra y algo que nos está indignando hace ya muchos meses, desde que el nuevo equipo de gobierno llego al Ayuntamiento. Personalmente, lo que más me preocupa es la falta de diálogo y de respeto hacia los vecinos, y lo afirmo a juzgar por la falta de coherencia que se detecta por ejemplo anunciando planes de empleo con cantidades económicas concretas y despidiendo a Clara, la excelente Agente de Empleo y Desarrollo Local, y ahora a las 4 trabajadoras de ayuda a domicilio. Pero además, es la falta de interés por mantener servicios públicos necesarios para todos como este del que he hablado, que no será sino el principio de una oleada de otros muchos (Ya veremos que pasará con la guardería, el centro de día... el tiempo al tiempo).

Sinceramente pienso que quienes hayan tomado esta decisión deben reconsiderarla, y dar la cara con los familiares de esas personas y con ellas mismas. Sería un hermoso gesto de coraje y de cercanía con los vecinos. Además, todos los partidos deberían haber sido informados de ello, para entre todos, incluso implicando a otras instituciones y colectivos locales, llegar a acuerdos menos traumáticos y que puedan mantener el servicio.

Seguro que hay soluciones, y de hecho ya se están aportando en otros municipios.