Geoparque Villuercas Ibores Jara

Hoy estuve en Navalvillar de Ibor en el acto de inauguración oficial de la Semana Europea del Geoparque Villuercas Ibores Jara, en la que se han dado cita varios altos cargos del Gobierno regional y de la Diputación de Cáceres, alcaldes/as de la comarca, algunos empresarios/as del sector representados por la recién creada Asociación Geovilluercas y técnicos/as del territorio entre los que me incluyo.

Ciertamente emocionantes resultaron las palabras de Javier Morales,alcalde de la localidad, recordando al compañero Pedro Antonio Blanco y aludiendo a la unidad territorial de esta comarca, dejando atrás localismos e intereses particulares. Comparto con él esta reflexión sobre la unidad política y social que debe reinar en este territorio del este de Extremadura, donde existen algunos problemas estructurales muy graves, a los que aún no se les ha dado solución, y que en buena medida requieren de oportunidades y de cierta complicidad institucional, como es el caso de la apuesta decidida por este -ojalá- futuro Geoparque al que se aspira y otras anteriores e incluso paralelas como el Plan de Dinamización Turística, la Ley de Desarrollo Sostenible o el propio programa LEADER en el que estamos inmersos.

Estoy convencido de que el potencial que tiene esta comarca es suficiente como para no aprovechar los guiños que nos vienen dados de la Administración. Ahora bien, también soy de la opinión que para que un territorio afronte una metamorfosis determinada (en lo económico y en lo social) necesita de una implicación de sus habitantes, de un proceso de participación con enfoque "de abajo hacia arriba" que garantice la sostenibilidad del cambio y que nos permita una retroalimentación territorial en el desarrollo de una concepción particular de nuestro modelo. A veces, ponerle fecha a un proceso, anticipar algunos pasos de manera forzada, puede perjudicar seriamente el futuro de los proyectos. En estos casos, suele suceder que la política se adelanta a la sociedad, va por delante con demasiada velocidad y a veces, se distancia tanto, que acaba siendo un fracaso.

La semana del Geoparque en nuestra comarca es una iniciativa muy interesante que necesita de un compromiso permanente y de un esfuerzo continuo. Ojalá que este primer acercamiento hacia las gentes que poblamos este territorio para sensibilizarnos y darnos a conocer esta enorme oportunidad, se convierta en un estrecha relación entre los diferentes pueblos que integran este espacio, un eje aglutinador de progreso y de porvenir, que sea asumido por la mayor parte del territorio como lo que es: una excepcional oportunidad para seguir creyendo en nuestros recursos y contribuir con ello al mantenimiento de nuestra población. Sólo con esa premisa, independientemente de que la UNESCO reconozca o no nuestro geoparque, podemos seguir apostando por este proyecto.

Nos jugamos mucho en ello, pero también se la juegan nuestros hijos y nuestros nietos.

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