Víctimas de la dejadez y pasividad

A pesar de los sucesos que de vez en cuando nos narran los medios de comunicación, relativos a los accidentes domésticos, en algunos casos con la muerte, de menores, por negligencia o por abandono momentáneo de sus máximos responsables o tutores, aún seguimos tropezando con la misma piedra. El último caso, la muerte de una niña de dos años en un municipio maño, quemada al producirse un incendio en la casa en la que estaba mientras su madre llevaba a su hermano al colegio, viene a sumarse a otros muchos casos de desidia manifiesta de los progenitores de los menores.

Me pregunto si realmente estamos preparados o asumimos cuando somos padres la responsabilidad y la obligación que, aunque no esté escrita ni rubricada en ningún documento, acatamos y que se refiere más a un compromiso moral y humano, que significa velar por la integridad de los menores a cada momento, al menos en situaciones conflictivas y claramente temerarias como la que a provocado la muerte a esta niña, y otras que suceden día a día, como por ejemplo dejar a una niña menor a comprar sola, a lo mejor para que nosotros, máximos responsables suyos, estemos tumbados en el sofá, o haciendo otras cosas banales, que bien pudieran posponerse o dejarse para otro momento.

Nuestros pequeños son el futuro de nuestro pueblo, ciudad, región o país, y como tal, creo yo y entiendo que bien merece el esfuerzo necesario, la renuncia a algunas cosas, y la atención personalizada y constante.

Os dejo con un simpátivo vídeo titulado "Cuidando a Simón".

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